martes, 16 de enero de 2007

E quando arrivo a casa....

¿Quién no se acuerda de esa frase del anuncio de capuccino de Nescafé? La verdad es que hoy me viene como anillo al dedo. Porque aunque no sea un capuccino, le estoy dando al "roibos" (Ornimans, gracias por inventar la conbinación) que, acompañado con unas galletas de miel, están haciendo que me olvide de los estreses diarios.
Quizás llegue el día en el que encuentre el equilibrio entre ni implicarme en las cosas como si se me fuera la vida en ello, cuando me gustan, ni pasar ólímpiccamente de ellas, cuando me son indiferentes. No sé.... quizás en otra vida.... porque lo que es ahora me está costando un poco. Supongo que en cierto modo, estoy intentando aprovechar la creatividad que ha vuelto a mí después de un par de años de bajón. Ahora que parece que las piezas del puzle de mi vida han ido colocándose en su lugar, vuelvo a ser yo, y no quiero desperdiciar ni un sólo segundo.... que ya volverán las horas bajas. De momento, voy a intentar preocuparme un poco más por el presente, que es lo que tengo, y dejar el futuro para mañana.

1 comentario:

Meraysa dijo...

esa es una muy buena filosofía, vivir el presente y darlo todo. ¡Yo estoy en una etapa similar! y...también es verdad que a veces me paso de tanta implicación... pero vale la pena. Besos