Llevo días dándole vueltas a lo mismo.... es curioso lo poderosa que llega a ser la mente. Y no sólo eso, sino como se manifiesta ese poder en nuestro cuerpo. No falla, cualquier cosa que me preocupe a nivel mental, se acaba representando en mi cuerpo. Somatizo.
Lo mismo me ocurre cuando conozco a gente. Hay con quién no sé por qué parece que me una una amistad ancestral... con otros, sin embargo, y aunque mi tendencia es a darme y a presuponer que todo el mundo es bueno.... pues me cuesta más.
Es evidente que no siempre ese criterio funciona... aunque reconozco que cuando lo hace.... no falla.
1 comentario:
Eso ocurre siempre... ya sabes, yo también recibo señales, mi reina!
Amistad ancestral, me mola esa palabra...
Gracias por el Martini, la acupuntura, las risas, los abrazos, por escucharme, por quererme y dejar que te quiera, gracias por Madeira, y próximamente Roma o lo que nos echen... Gracias por el "mais fale!", por el porto, el oír mi llanto, por reconfortarme, por contarme tus cosas, tus señales, por ayudarme a superar mi miedo a los perros (bueno, esto es pa' Selva!), por darle sentido a la palabra AMISTAD.
Eso, por todo, olé nosotras!
Un besazo,
Caro
P.D. Y contra los compañeros, o sea, los "no compañeros" de trabajo, incienso, mucho incienso, ahí ahí!
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