Los Mayas baticinaban el fin del mundo para el 2012, creo recordar, o almenos, eso rezaba en una película de hace un par de años. La verdad que no la he visto, pues me agobia pensar en el fin de las cosas. Lo que tenga que ser será, y aunque no siempre sigo esa filosofía, ya veremos que hacer cuando llegue el momento.
Por otro lado, comentando eso mismo con una amiga mejicana, me comentó que, en su opinión, esa, llamemosle profecía, no hacía tanto referencia a un fin literal del mundo, sino que hacía referencia a un cambio global. Y la verdad que tal como pinta el panorama: la hambruna en el cuerno de África, la crisis económica generalizada, los miedos reales o infundidos que tenemos todos, etc no estaría mal que la cosa se adelantara un poco.

Creo que ando en plena revolución interna. No es el primer episodio que he tenido, recuerdo algunos posts hablando del tema, pero esta vez no consigo amilanar a las milicias, así que nada, si no puedes con tu enemigo, únete a él. Sigo buscando mi camino, aquello que me llene y con lo que me sienta cómoda. Intentando dejar a un lado los miedos, (algunos costará más que otros), prejuicios, etc, simplemente quiero fluir.

Ayer fue un día de descubrimientos, y encontré una reflexión de Nelson Mandela que la verdad me hizo pensar. Me despido con ella:

Nuestro miedo más profundo no es ser inadecuados; nuestro miedo más profundo es ser desmesuradamente poderosos.
Es nuestra luz y no nuestra oscuridad, lo que más nos asusta.
Nos preguntamos a nosotros mismos, "¿Quién soy yo para ser brillante, extraordinario, talentoso y fabuloso?"
En realidad, "¿Quién eres tú para no ser todas esas cosas?"
Eres una criatura del Señor. tu modesto desempeño no sirve al mundo.
No es nada brillante encogerse para que otra gente no se sienta insegura cerca de ti.
Nacimos para manifestar la gloria de Dios que se encuentra dentro de nosotros mismos.
Y cuando dejamos que nuestra luz brille, inconscientemente les permitimos a los demás hacer lo mismo.
Cuando nos liberamos de nnuestros miedos, nuestra presencia libera a los demás.

Nelson Mandela.