miércoles, 12 de marzo de 2008

El Padre Ciego

El Padre Ciego nació en mis años de universidad. La verdad que no recuerdo a santo de que... pero sí que es cierto que un día se presentó con un escrito en el que a modo de guía espiritual intentaba guiar a todo el rebaño de "defectuosos" cercanos a él, por el camino de la ironía y el sarcasmo; utilizando el humor para dejar constancia de todos aquellos comentarios sin mala intención que se hacen sobre las personas discapacitadas....
La verdad que el tío se los curraba.... y no se e´scapó nadie de la pandilla..... jejejejej hasta mi perra-guía recibió uno!!
Desde entonces... el Padre Ciego... guía nuestros pasos torpes por el tortuoso mundo de la normalidad.
Aquí os pego un trocito del prólogo.... para ir abriendo boca.

Prólogo:

“Bienaventurados los que dudan pues sólo a través de ella podremos alcanzar el auténtico conocimiento”



Hermanos, sed bienvenidos al templo de la verdad absoluta, al péndulo oscilante de la crítica hiriente, al paradigma de lo anormal, al punto de fusión entre lo mágico y lo real. El Padre ciego goza con vuestra presencia incondicional, con vuestro apoyo multitudinario y os invita a dejaros caer en un estado de semiinconsciencia y alienación en el que sólo mis palabras tendrán el poder de ilustrar pensamientos ambiguos. Abrid vuestra mente a este pozo seco de sabiduría cotidiana, al brillo desgastado de mis ideas vagabundas, anestesiando así toda capacidad de duda razonable y, permitidme al fin, ser el dueño por unos instantes de vuestras mentes cansadas y estresadas tras una larga y agotadora jornada. No utilizaré drogas ni programas de televisión aburridos, tan sólo el poder hipnótico de mis palabras y vuestra curiosidad, vuestros vicios y el morbo de saber, los cuáles harán de ustedes seres autómatas, fieles seguidores, fanáticos extremistas, fervientes creyentes, y harán de mí una entidad a la que respetar y venerar.

Dejad que os muestre el camino, que dirija vuestros ineptos pensamientos hacia el rotundo fracaso. Los defectuosos deberemos unirnos en un esfuerzo metaintelectual para conseguir derrotar a la normalidad, esa gran falacia, ese constructo social ambiguo, ese estereotipo imposible, esa ilusión mental que nos inculcan desde pequeños y que en su versión más radical es caldo de cultivo de movimientos ultraderechistas. Permitidme recrearme en la defectuosidad, en la diferencia como proceso aditivo, en la diversidad como valor añadido, en la rareza como factor de creatividad, pues es la diferencia y no la normalidad lo que permite evolucionar, es el conflicto y no el consenso el que provoca el progreso, son los errores y no los aciertos los que mejor nos enseñan a no fallar.

Los defectuosos, como minoría social, sólo tenemos dos opciones. Perdernos en el anonimato de la gran masa o sublevarnos, reivindicar un cambio lingüístico, de aptitudes, de actitudes, de formación, de información, de cultura,de políticas, de sociedad, en definitiva, un cambio social que dignifique aún más el rol del defectuoso en el siglo XXI.

Para ello disponemos de suficientes recursos. En primer lugar, contamos con la infravaloración que de nosotros hacen los que utilizan la normalidad como bandera. En la guerra como en el amor no hay nada tan peligroso como subestimar a tu rival. Su narcisismo mal entendido nos otorgará como mínimo una oportunidad y el éxito de nuestra misión radicará en no desaprovecharla. En segundo lugar debemos confiar en nosotros mismos y en nuestro intelecto para superar los innumerables contratiempos que encontraremos por el camino. Por último, disponemos del humor, del sarcasmo, de la ironía, el mejor antídoto para combatir la desesperación. Sus armas, sutiles, resultan aún más peligrosas por no parecerlo. La ignorancia, el lenguaje, los medios de comunicación, la política, el anonimato, etc, son algunas de ellas.

1 comentario:

la chica maravilla dijo...

Viva el padre ciego!! Qué bien que siga en activo, ya hacía mucho que no escuchaba algo de él.